Así comienza la historia

Soy madre, trabajo desde casa en dos cosas diferentes, soy amiga, amante, mujer. ¿todo eso? me dice una amiga, que estrés! Así empezó mi camino, quería ser todas esas cosas, no olvidarme de ninguna.
Cuando decidimos ser padres toda nuestra energía se concentró en eso, lo planificamos y nos lanzamos a la aventura, con el miedo de aquellos que ven a los demás volverse locos y agotados pero confiando en nuestras capacidades y el sentido común. Y es de las mejores cosas que he hecho en mi vida pero ¿porque renunciar a todas las demás?
Ahora voy a cumplir 40 años, estoy en la mitad de mi vida, y llámale crisis de los 40 o que una ya tiene su experiencia y empieza a cuestionarse como quiere vivir.
Algo en la cabecita empezó a dar vueltas, ESTO NO ME LLEGA.
Soy una persona sociable y cercana, necesito a mis amistades tanto como comer y beber, además en los últimos tres años mi vida ha dado un giro (pero esto lo contaré otro día). Fué precisamente reencontrar una antigua amistad lo que me hizo remover un montón de sentimientos que estaban en el fondo del armario.
Volver a reencontrarte con alguien que no ves hace años y recordar momentos, es de las cosas más bonitas que hay, «momento batallitas», pero si además esa persona hace que vuelvas a conectar con una parte dormida de ti ya es magia. Eso me pasó a mí. Volví a sentirme mujer, sexy, deseada y no es que no me sintiera así con mi pareja que siempre hace que me sienta tremendamente especial, sino que fue verme así a través de OTROS ojos lo que me hizo sentirme viva.
Es una sensación poderosa pero a la vez hace que todos tus críticos despierten.
¿Cómo me está pasando esto? ¿Qué significa?¿me siento atraída, alagada, que me está pasando?¿estoy traicionando a mi pareja?
Socialmente una madre felizmente casada no puede sentir atracción por otras personas, porque no tiene NECESIDAD. Este mantra me lo repetí mil veces, pero ¿y si esto no es cierto? ¿Porque no puedo sentirme atraída por otras personas y sentirme conectada sin por ello dejar de querer ni una pizca a mi pareja?
Así empezó mi camino, y os lo aseguro no es nada fácil. Primero darte cuenta de cómo quieres ser y vivir, que es lo que necesitas y cómo eres de verdad, lleva mucho tiempo y trabajo personal.
Si algo de esto te suena, que sepas que no eres un perro verde, y te animo a seguir mi blog, porque aquí empieza la historia en primera persona de una mujer que no se conforma con la típica frase: «así son las cosas».

Así comienza la historia