Tres

¿Cómo juntar tres cuerpos? Me es imposible pensar en solo cuerpos sin sus mentes, sus miedos y sus emociones.

Hacer un trio, creo que es una de las fantasías eróticas más frecuentes entre las personas. Lleva en mi biblioteca de fantasías un porrón de años. Cuando he estado sin pareja nunca tuve la oportunidad, supongo que era tan recatada que nunca estuve en el ambiente indicado para explorar.

Con pareja no me fue mucho mejor. La primera vez que lo mencioné en medio de un juego erótico, a mi pareja de entonces, se le cortó el rollo y saltaron todas sus alarmas. Cuando pasó un tiempo me armé de valor para traer esta posibilidad a nuestras vidas y fue un NO rotundo. Otra vez a la biblioteca.

Algunas de las escusas que he escuchado a lo largo de estos años están: “yo es que con otro tío no me siento cómodo porque soy hetero”, “es que con una tía igual os lo montáis y pasáis de mi”. Hay otras, pero estas traen a la luz los miedos más comunes. La comparación, el abandono, no dar la talla,… mierdas varias que nos paralizan, y no nos dejan conectar con el deseo, el placer, la creatividad y el disfrute erótico.

Tras mucho tiempo de portazos con este tema llegó el momento. Lo cierto es que yo me preparaba para una negociación ardua pero la respuesta simplemente fue un ¡vale!. Mi pareja simplemente me dió la mano para compartir el camino.

Bien, ya tenía la puerta abierta. Ahora buscar con quien. Puede parecer una tarea fácil pero a mí no me lo parece. Creo que parte de la dificultad está en mi lista interminable de condiciones para asegurarme de que hay consentimiento claro por todas las partes y que todos y todas estamos cómodos. Ya estoy yo con la gestión en vez de fluir.

Hace un tiempo conocí a un chico en Okcupid, y hablando con mi pareja, le propuse la idea peregrina de acercarnos a conocerle como pareja y ver qué onda. La propuesta fue bien recibida. Este chico está en el mundo liberal y aunque nunca había quedado con una pareja le pareció interesante.

Emocionada, nerviosa y con un montón de miedos, la única manera que se me ocurrió para garantizar mi comodidad y sentir que la situación no me sobrepasaba y que podía apoyar a mi pareja poniendo encima de la mesa que si alguien no estaba a gusto la cosa se paraba y punto, fue hacer un chat  de Telegram a tres.

Igual ellos no necesitaban compartir pero yo sí. Yo si necesitaba hablar de protección, de consentimiento, de cuidados, y sobre todo de la opción de poder decir en cualquier momento que no me siento cómoda o simplemente sobrepasada. Puede parecer que con todos estos condicionantes tan mentales el placer se iba alejando. No es control, es claridad, que otras veces me he visto en situaciones que han tenido un coste emocional jodido

El caso es que funcionó, ese chat nos sirvió para conocernos, para compartir mentes antes que cuerpos y el día que nos encontramos el código estaba establecido.

Entrar en el local de intercambio flanqueada por dos tíos (uno de ellos mi pareja), me dió seguridad para sostener las miradas que por momentos eran incomodísimas. Podía leer las mentes de los tíos que nos veían pasar deseando ver el espectáculo.

Nuestro anfitrión nos lo puso fácil, muy fácil, nos cuidó, nos dijo mil veces que a la mínima incomodidad podíamos cambiar, nos preguntaba cómo nos sentíamos. Nos condujo entre habitaciones y lugares hasta encontrar nuestro lugar íntimo lejos de miradas ajenas.

Fue natural cerrar la puerta para abrir un universo nuevo de exploración, y allá nos sumergimos.

No voy a compartir las imágenes ni los detalles pero si las sensaciones. La risa, las sonrisas siempre estuvieron presentes, las preguntas, los susurros, las miradas cómplices, las caricias y los besos, fueron los ingredientes necesarios para crear un tiempo mágico. Un tiempo de placer y erótica, un espacio para disfrutar de todo el proceso de compartir cuerpos que se encuentran por primera vez.

Podría decir que entramos tres desconocidos y salimos tres amigos. Tres personas que quisieron compartir sus cuerpos y sus mentes en un espacio de igualdad y respeto.

Fue un triángulo sin tensiones y perfectamente equilibrado.

Ahora mi banco de imágenes de fantasías ha aumentado considerablemente y los miedos se han hecho mas pequeñitos. Miramos puertas entreabiertas con curiosidad pero cuidándonos.

Tres

AMAR(SE), taller en la Opencon

Mi sensación de la Opencon 2021.

Os comparto que conseguir plaza en la Opencon, que es el encuentro anual de gente poliamorosa con convivencia en un pueblecito de Ávila, es muy complicado. El día que sacan las plazas, en 10 minutos ya se han agotado.

Este año lo viví como una señal del universo para volver a reconectar con parte de mi identidad de antes de la pandemia. Así que hice mi inscripción a los dos minutos de salir, y ¡bingo! , plaza conseguida.

Se me ocurrió entonces que una forma de volver después de 7 años de la primera vez, era ofrecer un taller. Un “algo” que fuese útil a alguien tras años de experiencia propia y profesional como terapeuta de personas poliamorosas.

Llegó el día y me preparé mentalmente para 6 horas de coche en las cuales podría ir dándole forma al taller.

Lo titulé “AMAR(SE)”, un juego de palabras en una sola que pretendía ir anunciando lo que allí se iba a compartir. Amar a los demás sin amarse a uno mismo es tarea difícil, ya lo decía Erich Fromm en su libro “El arte de amar”.

Solo tenía una idea en la cabeza, compartir uno de mis más preciados descubrimientos, que seguramente es obvio para mucha gente pero para mí fue una búsqueda intensa de cómo no perderme en las relaciones.

Allá va. Creo honestamente que para mantener cualquier tipo de vínculo es necesario mantener primero en nuestro con nosotras mismas. Desde este lugar cualquier tipo de relación se convertiría en una relación poliamorosa. Yo estoy contigo, un vínculo, tengo mi relación conmigo misma, otro, y tú la tienes contigo mismo, otras más. 🙂

Cuando conté esto hubo diversas reacciones. Mantener una relación con una misma pasa por el autoconocimiento, honestidad, aprendizaje de los límites, saber decir que” no” de forma asertiva y tiempo. En una sociedad donde todavía campan los mitos del amor romántico en las relaciones, esta tarea es harto difícil porque darse un lugar por encima de la relación se lee como egoísmo. No lo comparto.

Una persona me dijo que le parecía muy heavy que yo contase mis” condiciones” cuando conocía a una persona y si lo quieres bien y si no, lo dejas, como si no hubiese opciones y yo estuviese en una posición de poder. Nada más lejos de la realidad.

Para mi contar que soy autónoma, tengo tres hijas en custodia compartida, vivo donde vivo y no puedo cambiar de domicilio, no tengo una economía boyante que me permite hacer escapadas de fin de semana exóticas, no es ser egoísta, es ser honesta con la persona para que ella pueda elegir libremente si lo que puedo ofrecer es interesante para ella o vamos a entrar en negociaciones absurdas de todo o nada.

Vale, os compro que estoy en modo no complicarme la vida, pero es que he visto mucho sufrimiento por culpa de la idea de que el amor podrá solucionarlo todo. Así que he decidido ser brutalmente honesta para que nadie se sienta utilizado y yo no tenga la sensación de que me pierdo en las expectativas de otros.

No sé si esto es útil, solo sé que una persona asistente hizo clic y después se acercó para decirme “claro, es eso”, amándonos y responsabilizándonos de nosotras mismas podemos hacerlo con los demás.

En otro post os cuento más cosillas de la Opencon.

AMAR(SE), taller en la Opencon

Construyendo la Pareja 2.0

Tras meses con un discurso catastrófico y gran desesperanza he conseguido reconducir mi proceso.

Todo este tema de la pandemia supongo que nos ha ayudado a muchas personas a replantearnos como queremos vivir. Algunos han cambiado la ciudad por el campo, otros han cambiado su alimentación o se han hecho unos fanáticos del deporte, algunos han mandado a la mierda su trabajo o incluso sus relaciones. Yo creo que he optado por un poco de todo esto.

Mayo fue exhausto de trabajo y enredos varios emocionales. Pensaba, y está escrito en el blog, que mi relación de pareja estaba en los últimos coletazos. Llegué a odiarle, así de claro. Su sola presencia con ese discurso tan monógamo me sacaba de quicio. Me costó entender que tras el discurso todo el rato estaba el MIEDO, y ya sabemos cómo actúa el miedo, nos paraliza, nos bloquea y saca lo peor de nosotros para que nada cambie y todo esté bajo control.

No tengo nada en contra de la monogamia, de hecho llevo años acompañando parejas monógamas y me parece un modelo maravilloso para mucha gente. Lo que llevo mal es que me lo impongan a mí. Y diréis ¿Cómo es esto? Ah, el amor y sus trampas.

No conozco a nadie poliamoroso que no haya sido antes monógamo. Es cierto que ahora las nuevas generaciones ya se plantean otros modelos, maravilla! Pero la gente de mi quinta ha hecho un proceso de la monogamia al modelo que más le encaja. Y así es como me enredé yo.

Nunca pretendí que mi pareja se volviese poliamoroso, ni de coña, pero siempre defendí mi identidad. Me pidió tiempo para darse tiempo y pasaron 4 años, una separación y una pandemia. Hasta este año 2021, que dije ¡a la mierda todo! No quiero este tipo de pareja, no me gusta, no me hace feliz y quiero recuperar mi parte activista.

No es que quisiera volver a tener relaciones con otras personas, no me da la vida, solo quería sentir la libertad y la confianza de poder traerlo a la pareja, hablarlo, indagarlo, explorar como nos sentimos y aprender a gestionar nuestros miedos, inseguridades, límites y creencias. Me di cuenta de que echaba más de menos HABLAR que FOLLAR.

Así que jugándonosla a una carta nos pusimos fecha y propuesta para hacer este proceso de cambio de encontrar el modelo de pareja que más nos satisface a los dos. Un acuerdo indispensable fue hacer terapia. Mi sevillano se comprometió a hacer un trabajo personal potente para trabajarse el miedo y las creencias limitantes. Contó con la ayuda de un hombre terapeuta colega que está trabajando su modelo de masculinidad y esto ha tenido un efecto muy guay. Si queréis su contacto escribirme al mail (saltandolalinearoja@gmail.com).

Mientras el hacía sus deberes yo hacía los mios. Además nos metimos de cabeza en un montón de conversaciones honestas e incómodas, y en una búsqueda compartida de los diferentes modelos de vínculos para ver que nos molaba y que no.

En este caminar, vimos que era indispensable estar abiertos a la sorpresa y la primera llegó. A principios de Junio nos fuimos al sur unos días. Un chico del sur me había contactado a través del blog hacía unos meses y se dio la oportunidad de conocernos. Nerviosos concertamos una cita con este chico y su pareja para comer y conocernos. Fue genial para los dos, diría para los cuatro. La palabra que creo definiría el encuentro es COMODIDAD. Yo me sentí tremendamente cómoda, tranquila y confiada. Miraba a mi pareja y veía las mismas sensaciones en su cara. Creo que le sorprendió sentirse tan bien, sin miedo, sin presión, simplemente dejándose llevar por la vida.

Este encuentro nos ayudó a entender que no hay amenaza si somos honestos entre nosotros y con los demás. Puedo decir, porque lo he hablado con la otra pareja, que fue estimulante para los cuatro y que nos fantaseamos en un encuentro erótico con mucha ternura.  No sabemos si en un futuro se dará o no, pero lo que si tengo que decir es que estoy agradecida al universo porque se haya producido este encuentro del que aprendimos tanto.

Este clic abrió la puerta a otras posibilidades pero sobre todo a unas conversaciones deliciosas y a un mayor entendimiento del otro. El miedo no desapareció, pero sí que aprendimos a mirarlo de frente y a introducir más cuidados.

Y en un verano de exploradores con tiempo juntos pero también separados para mantener nuestros espacios personales hemos llegado a Septiembre, la fecha.

Puedo decir que estamos iniciando nuestra versión Pareja 2.0, el curro no ha terminado y no podemos confiarnos. Vemos claro que necesitamos el trabajo personal para no caer en los abismos y sobre todo necesitamos seguir hablando. Atrás han quedado los portazos a las conversaciones incómodas, bienvenidas sean.

La segunda sorpresa del verano queda para otro post,jejejeje.

Construyendo la Pareja 2.0