El lio de los hombres en deconstrucción

Tenemos un lio montado. Algunas mujeres queremos compañeros que conecten con sus emociones, que se comuniquen bien, que cuestionen el patriarcado y que se unan como aliados a la lucha contra la desigualdad. Queremos que se callen cuando nosotras hablamos de feminismo, que acompañen desde atrás, que conjuguen el verbo conciliar y corresponsabilidad, y ya por pedir, si están como un queso mucho mejor.

Hoy estuve acompañando a un hombre cis sensible, consciente, cuidadoso y cuidador, y hetero. ¿Cómo puede ser que este ser mágico como los unicornios, no tenga una lista infinita de mujeres esperando tener una relación amorosa basada en la igualdad, el respeto, el consentimiento, la comunicación y la ternura? Hasta a mí me cuesta dar respuesta.

Creo que los estereotipos nos han jodido bien. Algunas de nosotras queremos eso, pero dentro de un cuerpo y comportamiento de leñador canadiense. Si se presenta este hombre sensible muchas desconfiamos. Primer pensamiento, es gay. Si no lo es, pasa a la categoría de amigo del alma, tu si me comprendes.

No sé si son las feromonas, las hormonas, nuestra carga biológica que nos hace buscar para la reproducción hombres que resistan la glaciación o qué coño pasa, pero estas nuevas masculinidades no tienen referentes de seducción.

Entrenadas durante años para darle el corte al baboso, un empujón o una patada en los huevos al que invade tu espacio o tu cuerpo sin tu permiso, cuando el hombre-unicornio se acerca nos desconcierta. Ellos tampoco saben cómo seducir porque la carga estereotipada de hombre seduciendo, pasa por ser activo, valiente, directo y súper seguro de sí mismo.

Si eres feo por lo menos gánatela con la labia. Si eres un cuerpazo con dos neuronas, simplemente apóyate en la barra del bar y espera, o pon tus mejores fotos en el Tinder que irás a la cesta de la compra seguro. Sus referentes son una mierda, y el que no se ve reflejado sufre.

Creo que todavía no hemos conseguido conectar con lo erótico que puede ser la vulnerabilidad, mostrarse tal cual, sin esa máscara de macho.

Hay un desafío en el aire, no solo hay que deconstruir, sino que hay que construir referentes de seducción de antihéroe para que las nuevas generaciones se sientan cómodas y puedan expresarse sin hacer aquello que te dictan desde fuera.

Para nosotras, creo que tenemos que comenzar a dejarnos seducir por la ternura, que no confundirla con el despiste y la torpeza, que activa nuestro rol maternal-salvadora.

Para los hombres-unicornio, además de hacer talleres donde hablan de privilegios y se flagelan muchas veces, talleres de seducción por favor. Necesitamos referentes, escritos, en pelis, en series, en canciones, que lo invada todo y así el arcoíris será completo y se deshará el lio.

El lio de los hombres en deconstrucción

12 comentarios en “El lio de los hombres en deconstrucción

  1. Poco antes del confinamiento se estaba iniciando un grupo de hombres en el que estoy, dos reuniones nada más. Durante todo el confinamiento me ha pasado de todo dentro de mi cabeza sin contar relaciones sociales, afe-sex, activistas y de todo. Además, tengo un «problema», leo poco pero pienso mucho. Ahora he huido a la aldea, tengo intención de pasar una larga temporada y una lista de artículos impresos sobre nuevas masculinidades que voy a digerir leer poco a poco pero con gula porque tengo muchas dudas y cuestiones pendientes por aclarar y resolver.

    Tras estar años en un extremo del construccionismo social, me lo he ido cuestionando poco a poco y cediendo partes a la biología, teniendo en cuenta que es mucho más flexible de lo que se nos enseñó. Ahora mismo, tengo la impresión de que un hombre puede tener cualidades femeninas (porqué lee llaman «nuevas masculinidades»?) aunque es más «fluído», por su biología, desarrollar cualidades masculinas. El punto en el que estoy es distinguir cualidades masculinas que no me conviertan en un (parodiando) hooligan simiesco con cerveza en la mano que dice burradas a las mujeres que ve por la calle, seguramente con muchas objeciones, contraargumentos, contradicciones y contraventanas. Esto no quita que también busque desarrollar también cualidades femeninas.

    Todo esto no me resulta ni de lejos tan fácil como lo cuento, aunque es verdad que, no se muy como, he desarrollado cierta capacidad de modificar mi conducta y pensamientos. Al menos, soy consciente (esto sí) de como funcionan esos pensamientos, emociones y conductas, aunque sea a posteriori o compartiendo con otras personas.

    Voy a echar en falta el grupo de hombres, mis charlas con algunas personas y ahora estaré algo aislado en lo profundo del rural lucense, (ironía on) el lugar ideal para desarrollar mis cualidades femeninas (ironía off).

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    1. Gracias por compartir. Las cualidades que mencionas masculinas y femeninas me recuerdan que hay un mundo infinito de posibilidades y modos de ser hombre y mujer. Encontrar el modo de cada cual y poder expresarlo, es el reto y la riqueza de la diversidad.
      Yo lo vivo como un continuo, y aveces como algo energético. En algunas de las actitudes que tengo, tiro mas de mi energía yang ( masculina en el tao). Siendo mujer cis aveces sorprende, provoca e incluso molesta, que se le va a hacer 😉
      Espero que esas lecturas te inspiren para encontrar tu modo.
      bico

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      1. He conocido sólo a un par de mujeres (que sea consciente ahora mismo), alguna muy amiga, que pueden ser la cosa más femenina del universo y también la más masculina, a veces haciendo un contraste brutal en sólo un minuto. Con la que es más amiga decimos de risas que tiene un Manolo dentro, piensa y dice burradas más grandes que yo que me supongo «hombre».

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      2. Recordé este post hablando con una amiga. A ella se le quedó grabada tu pregunta ¿por qué me atrae este tipo de hombre? Tiene un patrón algo problemático en el que le molan los macarras y se mete en relaciones que acaba diciendo «qué mierdas hago aquí».

        El caso es que tras un par de días después de hablar sobre aquello, me llega un mensaje en plan «Eureka!!». Su explicación es «el poder», estar con el poder, captar y asumir parte de ese poder. En el caso del macarra entiendo que es un poder entre lo meramente físico y la política «de barrio». Pero el esquema es fácil de ver repetido en muchas partes y más allá de sexo o género. Lo puedo entender como la fábula de la liebre y la tortuga y simplemente un rol más dentro de un sistema social.

        Hubo una época (en mi cabeza está llegando a nivel de historia de abuelo cebolleta) en la que estaba más «activo» (o directamente hooligan) en que despreciaría ese rol y más en una mujer por ser sumiso, secundario o dependiente o algo por el estilo. Ahora trato de moverme en un encuadre más «ecológico» respecto a roles, espacios, sistemas y relaciones.

        Aún así, repetir el patrón de atracción con el macarra hizo sufrir a mi amiga y evitar caer otra vez en él implica quizá prescindir también de una buena parte de su vida construida en torno a una cultura, estética, actitudes, valores, etc.

        Estados todxs en ello.

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      3. Gracias a ti. Comprenderás que en mi retiro rural en lo profundo de Lugo (Montana) XD no tengo muchas opciones de hablar de estas cosas. Aun así, trataré de pensar más con lecturas y en soledad en lugar de usar redes. Creo que necesito ese aislamiento ahora y por una buena temporada. A ver que tal se me da. Insisto, gracias a ti.

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  2. Vijit dijo:

    Lo malo del neolenguaje -y tanto tu post anterior como este, utilizan dos conceptos de neolenguaje- es que su significado suele ser el contrario del aparente. “Nueva normalidad”, en realidad quiere decir que nada volverá ya a ser normal -ese escurridizo concepto-, al menos no la normalidad a la que estábamos acostumbrados.

    Lo mismo ocurre con “deconstrucción” de la masculinidad, que en realidad significa construir una nueva masculinidad, de acuerdo a una ideología concreta, y como tal, según un sistema cerrado y limitado, en lugar de desarrollar todo mi potencial como ser humano.

    La prueba del algodón es que utiliza un estereotipo para definir lo que es la masculinidad, y vuelve a hacerlo desde el “otro lado” al indicar lo que son actitudes o comportamientos “masculinos” y “femeninos”, cuando posiblemente la mayoría de esos estereotipos, no sea más que lo que como seres humanos, compartimos hombres y mujeres -puedes añadir los géneros que consideres, al gusto-.

    Yo soy partidario de que en lugar de que nos construyan -o deconstruyan- de una determinada manera, de acuerdo a una u otra ideología, de la *autoconstrucción del individuo*. Ese es mi deber como ser humano, y lo que posiblemente le da sentido al desarrollo de una vida como tal ser humano, sobre todo cuando uno está ya en sus últimas etapas, como es mi caso.

    Como decía Cioran: “El ser humano cree en algo para olvidar lo que es. Al enterrarse bajo ideales y refugiarse en ídolos, mata el tiempo con toda clase de credos. Nada le haría sufrir más atrozmente que despertarse sobre la pila de sus placenteras falacias, frente a la pura existencia.”
    Si alguien tiene interés en conocer lo que entiendo por autoconstrucción, en la web revolucionintegral.org está colgada mi ponencia sobre este tema para el IV Encuentro.

    Abrazos

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  3. embozado dijo:

    Leo tu post y me quedo un poco perplejo.

    No sé por qué quieres hombres que callen cuando ellas hablan de feminismo, ¿no sería mejor que aprendiesen (más) y conversasen sobre el tema? Yo por mi parte no quiero personas que callen cuando se habla de masculinidad… ni de ningún otro tema. Tampoco creo que los hombres cis hetero sensibles, cuidadosos y cuidadores sean «seres mágicos como los unicornios» ni tan escasos como pudiera parecer.

    En lo que sí estoy de acuerdo es en que «los estereotipos nos han jodido bien». Sin duda. Los tenemos todos en nuestras cabezas, y parecen asomarse en cada párrafo de este post.

    ¿Modelos de seducción? Igual lo que pasa es que juntamente con modelos diferentes de masculinidad (y de femineidad) también hacen falta nuevos modelos para relacionarse de otra manera. En los que dos personas pueden «tener una relación [—] basada en la igualdad, el respeto, el consentimiento, la comunicación y la ternura» sin necesidad de llamarla «amorosa» y sin utilizar la «seducción» como primer peldaño de la escalera mecánica de las relaciones. Igual pueden simplemente comunicarse y compartir tiempos y espacios siendo ellxs mismxs y no representando el papel que se espera que represente quien pretende iniciar una relación según el modelo normativo dominante.

    Igual lo que tú llamas «seducción» es inseparable de otros aspectos del modelo normativo dominante, y no puedes cuestionar el modelo dominante de masculinidad sin cargarte también la «seducción» como forma de relación…

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  4. eva dijo:

    uff qué tema tan complejo! al final es un tema que tienen que plantearse más «ellos» que «nosotras» que bastante tenemos con pelear cada día para poder ser quiénes realmente queremos ser sin dejarnos arrollar por las enseñas de lo que es «ser mujer». Al final los dos sexos tratamos de ser inidividuo y a nosotras se nos ha negado una parte muy grande al tratarnos como individuos «secundarios». Ahora mismo, bastante tengo en mi cabeza y en mi psique con deconstruirme a mí como para deconstruir al otro.
    Por otro lado, tienes toda la razón, algo pasa que atraen aspectos «masculinos» que no son positivos. No sé que cojones es, si es algo biológico porque yo que solo he tenido relaciones con hombres me vuelven loca las mujeres que tienen movimientos masculinos, actitudes masculinas…que son genuinas en ellas, y en ellos tb me atrae lo mismo, claro.
    Tema dificil.

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