Volver al activismo

A principios de Noviembre me fui dos semanas a Madrid a trabajar sobre la Inteligencia colectiva. Quiso la casualidad que mi lugar de trabajo durante esas dos semanas de alto rendimiento estaba  a 2 min de la Ingobernable. Para las personas que no sepan, un lugar mágico ocupado en el centro de Madrid, autogestionado y donde pasan cosas maravillosas.

Antes de plantarme en Madrid fui diciendo por todas las vías posibles faceboook, grupos de what up y demás que estaría un montón de días y podría tomar cafés y vinos con charlas infinitas después del trabajo. Se me olvida que el ritmo de Madrid es le leche y la gente necesita planificar con tiempo.

Pasó la primera semana y no vi a nadie. Sorprendentemente el sábado apareció un amigo querido con su pareja al que hacía año y medio que no veía. Este ser maravilloso fue la persona que me acompañó pacientemente en mis inicios en el poliamor. Miembro de poliamor Madrid desde sus inicios me comentó que justo ese sábado en apenas unas horas se celebraban unas policañas a dos minutos de donde estaba yo.

Lo dudé, para que os voy a engañar. Hace ya tiempo que no siento que tenga que estar activa en el mundo del poliamor. El blog ha perdido ritmo porque ya no siento la necesidad de compartir mi experiencia a corazón abierto. He decidido retirarme hacia atrás para vivir mi vida a mi manera y no ir enarbolando la bandera de dar a conocer todas las opciones posibles.

La curiosidad pudo, quería ver si me reencontraba con gente que había conocido en mis inicios así que despedí a mi amigo y crucé la puerta.

Como ha cambiado todo en estos 4 años. Me encontré un grupo muy diverso de personas, como no, pero sobre todo gente muy joven. Por momentos me sentí la abuelita del grupo y cuando dijeron el tema del encuentro resoplé: amor incondicional.

Las policañas se organizan en grupos pequeños de personas que se van mezclando a medida que se van haciendo preguntas. Ya me salió mi primera crítica como facilitadora. El grupo al que me uní el primero es donde te presentas y conoces a la gente que forma parte, recuerdo que eramos 6 personas. Algunas se acercaban por primera vez a un encuentro así y otras ya mas experimentadas.

El tema denso, cuando las personas del grupo empezaron a compartir sus ideas alguien gritó: ”cambio”. Y pensé, ¿Cómo cambio?, ¿voy a tener que volver a empezar con otras personas diferentes  a hablar de un tema denso sin conocerlas? , y bueno me dio un poco igual, pero por detrás oí a alguien que decía: ”yo no quiero cambiar, ya bastante me cuesta hablar”.

Es difícil hablar de emociones, es más difícil hablar de emociones con alguien que no conoces,  para algunas personas es difícil hablar de emociones en un grupo mixto, es difícil llegar a un sitio que no conoces a nadie y ponerte a hablar. En fin, agradezco el esfuerzo que hace la organización de poliamor Madrid de manera totalmente voluntaria y autogestionada, pero yo dejé de pensar en el tema y me empecé a preocupar por las personas y en una metodología que cuidase el espacio de intercambio donde las personas se sintiesen cómodas expresando o simplemente escuchando. Ya sé que nos es obligatorio participar pero cuando todos en el grupo te miran porque eres la única persona que no ha hablado se genera bastante presión. Lo vi en una chica de mi grupo que además era extranjera y no controlaba muy bien el idioma.

Estuve unos 45 minutos y me fui, había visto suficiente y no me sentí nada conectada con el tema y la dinámica.

Pasó la semana y vi un anuncio de Facebook sobre un encuentro de mujeres sobre el tema de los celos en la tarde del viernes. Coincidí además en Madrid con una amiga sexóloga poliamorosa de mi ciudad y allá nos fuimos las dos.

Un círculo de mujeres hablando sobre los celos. Otra vez gente súper joven  y 4 señoras entre las que me incluyo. Escuché, algún discurso me removió en la silla y agitó la feminista que llevo dentro. Palabras como la “contrincante”, “el pibón”, “la culpa”, “el feminismo es un método”, “el poliamor es un método”,agrrrrrrrrrrrrrrrrrr, yo miraba a mi amiga alucinada. Y se despertó la activista, me poseyó otra vez el alter ego de “saltando”.

Sin querer ocupar el espacio lo ocupé. Comencé a contar mi experiencia vivencial pero también como terapeuta acompañando gente poliamorosa, y mierda, allá estaba yo hablando de mi libro como paco umbral. Mi crítica interna  me decía:”cállate ya, vas de sobradilla”, miraba a mi compa como” échame un cable tu eres sexóloga das charlas de amor romántico” y aquí se están diciendo cosas que necesitan un taller modulo básico para dejar de sufrir y no machacarnos con la autocrítica que viene del patriarcado.

En fin, no sé, yo que sé si hice bien o mal. Ofrecí mi correo a quien necesite, el blog, acompañamiento, y me preguntaron si daría algún taller en Madrid para mujeres, a lo que por supuesto no me puedo negar. Así que vuelta al activismo.

Estoy dividida, por una parte me flipó lo que vi, vi potencial, vi sororidad y cariño. Por otra todos los miedos, inseguridades, la soledad, la autocrítica y flagelación. No vivo en Madrid y he dejado de participar en la comunidad poliamor Galicia por falta de tiempo, pero siento que se necesitan charlas, que se necesita compartir las experiencias y los aprendizajes. Que cada una tiene que seguir su camino sí, pero igual algo que escuches te ayuda. Que hay necesidad de espacios seguros donde preguntar dudas o simplemente si  “¿también te pasa a ti?”.

Aquí estoy, una puerta es saltandolalinearoja@gmail.com, compartido el camino es mas fácil.

Volver al activismo

7 comentarios en “Volver al activismo

  1. Gracias, gracias gracias Susana, por estar ahí, p o r seguir compartiendo. Te sigo, me sirve y algo me ayuda a entender y comprender…
    Prácticamente sola y con esas creencias que comentas, aún instaladas, se hace complicado.
    En muchas ocasiones me resulta muy difícil, doloroso y frustrante. Yo no participo en ningún grupo de ese tipo. Donde vivo no lo hay,que yo sepa. Tampoco cuento con ninguna amistad que le resulte conocido el poliamor. Por tanto sería muy interesante y de gran ayuda un grupo y/o espacio como el que explicas. Me sentiría menos bicha rara, y conocer de otras experiencias me ayudaría a confiar en que el poliamor es posible, no una ilusión y otras historias que surgen y se pasean de un paradigma a otro con tanta facilidad que me pierdo…
    Un abrazo de corazón

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  2. MAGDALENA dijo:

    Hola y gracias a las dos …. a ti Susana por tu blog y a ti CLOWNKAROLINADAS por compartir tus pensamientos que son parte también de los míos.
    A mi me ha ayudado mucho seguir saltando la linea roja porque desde que la descubrí deje de sentirme como un bicho raro y me dio fuerzas para seguir buscando un poco de claridad en mi camino… yo he encontrado cerca de mi ciudad un grupo poliamor, al que cuando puedo voy aunque solo sea por compartir pensamientos o sentir cerca de mi personas que siente un poco como yo…. me encantaría participar con vosotras en este espacio virtual de poliamor…..un beso fuerte ….

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  3. Madrid y activismo es como el queso, no se deberías comer tanto pero no puedes parar aunque sabes que te va a hacer daño. La escena que narras me suena tanto… Me pregunto cuanta gente quemada habrá de toda la ola post 15m, municipalista, feminista y otros. Yo estoy tomando estoicismo para curarme.

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