No hace mucho tiempo me escribió un chico al blog. En las primeras frases noté un entusiasmo contagioso por poder compartir su situación en pareja con una desconocida. Esto es lo mágico de internet puedes contar lo que quieras, que el anonimato crea una confianza cómplice.
Tras leer su correo y agradecida porque se pusiese en contacto conmigo me dispuse a leer su blog.
El comenzó un trabajo de búsqueda de sí mismo y de entender sus emociones y sentimientos y me sentí hermanada, pero cuando lo leí comencé a sentirme polarizada. Por un lado comprendía perfectamente esa sensación de descubrimiento y el deseo que te arrasa, pero por otro comencé a sentirme mal, muy mal como mujer. Empaticé con el ansia de él, pero también con la frustración e incomprensión de ella.
Dos seres que se aman con locura pero que hablan diferentes idiomas. Uno, el del deseo, la creatividad, el conocer, experimentar, y otro el lenguaje del amor y el saber que tiene todo lo necesario para ser feliz y no necesita más.
¿Cómo se resuelve esto? Una necesidad puede ser opresora sobre todo cuando por el medio está el amor. El miedo hace que te conviertas y conviertas a la otra persona en algo que no es tu/su naturaleza, y creo que puedes perderte en el camino.
Le escribí para decirle como me sentía leyendo su blog, y como me frustra a mi esa imagen de las relaciones que muestra la pornografía. Mi lucha personal contra una industria que crea seres imaginarios y nos pone listones subrealistas, como trata la imagen de la mujer y sobre todo ese sexo de gimnasio.
No soy de dar consejos porque lo que me vale a mí a ti a lo mejor no te vale, pero sí que quise transmitirle que hay una parte muy importante en la vida que es la ACEPTACIÓN. Aceptarnos a nosotros mismos, nuestros límites, nuestras necesidades, pero también al otro.
Hoy he leído su nueva entrada del blog, donde hace una reflexión nueva después de andar y andar y andar. Me he emocionado. Ha hecho un trabajo alucinante el solo y así se lo he transmitido.
Es una voz que debe de ser escuchada, la voz de un hombre que caminó por su lado oscuro y encontró la luz.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo.
Gracias EO por dejarme compartirlo.