Una vez en un curso, para definir mí estado de ánimo de ese momento me preguntaron: ¿si fueras un clima como serías? En aquella ocasión contesté lo mismo que siento ahora. Sería un clima típicamente gallego. Llevo dos días con bruma por la mañana, ayer no se levantó la niebla hasta la tarde y sentí pesadez, el día no estaba gris por fuera pero si por dentro.
El viernes emprendimos el camino hacia una aventura, sin expectativas, sin prejuicios, con muchos miedos, pero con ganas. Yo quería vivir y ver a otras personas que son como yo. Quería encontrar una “comunidad” donde sentirme integrada, comprendida, donde intercambiar experiencias, nutrirme de ideas, compartir momentos, en fin, quería sentirme menos sola.
Es curioso porque el viernes cuando llegué sentí precisamente eso, mas soledad. Aunque me había preparado los días anteriores para ir con una mente abierta y cerebro tipo esponja la diversidad me pudo. Ver un grupo tan grande y tan diverso se me hizo inabarcable. ¿Cómo encontrar entre tanta gente diferente mi propio sitio? Así que recuperé mi esencia gallega y me replegué cual conchita hacia adentro para que tanta energía no me superase.
La primera sorpresa vino con la asamblea. Yo sentada allí pensando como facilitadora que un grupo de 70 personas creando una agenda abierta entre todos era una utopía. Claro que confiaba plenamente en los organizadores, pero tanta diversidad junta… y surgió, de manera natural, de manera espontánea, 70 extraños que acaban de encontrarse creando algo juntos ¿Cómo es posible? Mi cabeza bullía, y entonces lo entendí. Es gente diferente, es gente que “quiere”. El respeto se podía sentir en cada partícula del espacio, pero sobre todo la CONFIANZA en la inteligencia colectiva y en el grupo, en crear algo entre todos.
Nunca había visto tantos corazones abiertos juntos y eso me descolocó. Toda la noche sin dormir pensando en cómo abrir mi corazón y mi mente y no verme arrastrada a un mar de emociones sin control. En medio de todo este comecocos estaba la preocupación por cuidar a mi pareja, intentar que toda esa energía no nos afectase y nos arrastrase al abismo. Esa presión también me pudo. Parece todo un sufrimiento pero no lo es, fue un momento de una intensidad dolorosa de aprendizaje y decidí que tendría que vivirlo, sin escudos, sin barreras, sin límites y mostrándome como era.
Empecé a relajarme en cuanto me dejé en manos de otros. Conectar con la esencia más primaria y “primate” fue divertido, tocarnos, acariciarnos para empezar a conocernos empezó a darme pistas de cómo vivir mi Opencon. Despacio, lento, disfrutando cada caricia y cada momento.
Me empecé a sentir más cómoda con encuentros individuales, en las comidas, en los tiempos muertos entre talleres, ese es mi modelo de relación, de tú a tú. Es ahí donde me siento cómoda con el contacto visual, con toda mi atención en la persona con la que estoy y pudiendo tocarla si lo necesito. El “grupo” se me escapa, me aíslo para protegerme de manera inconsciente.
He estado compartiendo momentos mágicos con poliamorosos consagrados, con monógamos con “expectativas”, con gente con “terror anal”, con personas que buscan su lugar en el mundo y se acercan a observar este modelo de amar y vivir, con parejas fuertes que regalan su experiencia a otros, con gente que hace su camino sola amando a varios, con gente padeciendo la espiral de la ENR, madres y padres poliamorosos protegiendo sus familias… en definitiva con gente que se muestra tal cual es. Y es mostrarse así lo que permite CONECTAR.
Tanta gente conectando es poderoso, mágico, intenso y real.
Me llevo eso, saber que estoy en mi camino y ahora mucho menos sola, que solo depende de mí abrir mi corazón y mi alma a otros, que mostrarse tal cual soy me acerca a seres mágicos con el poder de los genuinos, seres que viven amando, siendo auténticos y sin miedo.
Gracias a todos.
Compartir esa montaña rusa de sentimientos es embriagador, aunque a veces asuste. Gracias por expresarlo de una forma tan sincera, Susana. Y gracias por compartir con nosotros el momento primate 😉
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A mí también me encantó conocerte!!
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Yo solo sé que deseo más que nunca en mi vida estar allá, entre vosotros… deberé esperar hasta el 2016 para cumplir ese sueño. Hasta entonces…
Argento Armiloj
Sujeto Almado -de alma-
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