¿Cómo se vuelve de una cita a tu vida normal? En mi caso, necesito volver a conectar con «mi referencia».
Cuando estoy en una cita toda mi energía se concentra en vivir ese momento, en disfrutarlo y ver qué cosas me aporta, y como me estoy sintiendo. Pero una vez acabada necesito «volver» y recuperar el ritmo de mi vida habitual.
He descubierto recientemente que no me gusta dormir fuera de mi casa, me agobio. Ahora cada vez menos y es algo que me estoy trabajando, porque poder dormir con una persona con la que has compartido una cita estupenda y tener una noche de sexo sin mirar el reloj, es genial. Si además le metes el ritual de una ducha juntos y desayunar, ya perfecto.
Solo me había quedado a dormir con «lola». La primera vez estaba tan nerviosa,…nunca había dormido fuera de casa y mucho menos con otra persona. Ese día en concreto fue incómodo por donde estábamos, el calor, el desconocimiento, sólo pensaba en que no me dormiría y ¿entonces qué?. Pero confié, confié en la situación y en él, en poder abrazar a una persona y observarla mientras duerme, y sentir cómo eso te calma.
Hubo más veces, pero lo que recuerdo con más cariño son los gestos de cotidianidad, y tengo grabado a fuego la imagen de los dos lavándonos los dientes y mirándonos a través del espejo.
La última vez que intenté dormir con él, me agobié. Habían pasado un montón de cosas días antes, y aunque yo buscaba la calma, la situación se me hizo insostenible, solo quería salir de allí corriendo y volver a mi mundo. Me jodió decírselo y ver en sus ojos cómo quería ayudarme, y sentir total comprensión hacia mí pero también impotencia por no poder hacer nada.
Ahí me di cuenta. Para descansar mi cabeza y que todo esté en orden necesito «mi referencia». Necesito volver a mi cama, a mi espacio, mis cosas, pero sobre todo, volver a los brazos de mi amor. Me calma apoyar la cabeza en su pecho mientras me pregunta cómo me ha ido, y sólo necesito un minuto para volver.
Hay pequeños avances sobre esto. Ayer me volvió a pasar, pero ya había avisado a la persona con la que estaba de que podría sufrir el agobio de salir corriendo y sólo el hecho de contarlo y la confianza que me dio él, hizo que me fuera más fácil.
Paso a paso, y si no siempre tengo «mi referencia» para poder volver.