Hoy comida con dos de mis amigas.
Una de ellas se fue de vacaciones todo el verano a otro país y estuvo desconectada totalmente del grupo, así que tocó ponerla al día sobre mis andanzas.
Empecé a resumirle un poco los últimos acontecimientos, y después de hacer un resumen sobre mi situación de los últimos meses comenté:
«Va estoy harta de repetir lo mismo y de que me pregunten las mismas cosas». ¿Qué cosas? preguntaron ellas. «Pues ya sabéis las típicas cosas que preguntan los tíos cuando les dices que eres poliamorosa».
Mi amiga que es socióloga empieza a poner cara de estudio de campo y me dice: «cuenta».
Primero les comento un poco con que «tipos» de hombres contacto a través de las plataformas de internet. Son monógamos con o sin pareja. Y paso a enumerar las preguntas:
-molaaa, ¿entonces follarás mogollón no?
-¿tu marido lo lleva bien?
-¿estás depilada?
-¿te gusta el sexo anal?
No siempre es en este orden, de hecho la última pregunta puede llegar a ser la primera y como me pasó una vez, un agradable caballero de Tinder me relató un encuentro sexual, según el de la leche, mientras hacía la compra en el supermercado.
De este encuentro sexual virtual saqué varias conclusiones:
-soy capaz de seguir una conversación subida de tono sin equivocarme con la lista de la compra.
-al tío le importaba una mierda lo que le contestaba yo, porque se lo estaba contando a el mismo, lo cual me imagino que le excitó mogollón.
-para este hombre todo lo mío era en diminutivo: mi coñito, me metía los deditos, estaba mojadita, dame tu corridita. Y sin embargo todo lo suyo era: te meto mi polla grande hasta la garganta, esta súper dura, me voy a correr mogollón.
No pasaría nada, pero justo les conté esta historia a mis dos amigas, que son feministas, y una de ellas en concreto tiene una revista en la cual colaboro puntualmente, y empezamos a desbardallar sobre el tema de la sexualidad, género y demás.
Mi amiga de repente me dice que puedo hacer un estudio de antropología porque tengo acceso a «fuentes» e información que en circunstancias normales no tendría. Mi otra amiga me dice que porque no escribo sobre esto en su revista, sobre ESTO en concreto, lo que me encuentro, lo que veo, lo que piensan los hombres, como nos ven, como nos relacionamos hombres y mujeres, sobre sexualidad, lo que me pasa a mi como mujer… en fin, sobre un poco todo. Y digo: vale.
No tengo ni idea de cómo darle forma. Quiero ser respetuosa con todo lo que pasa delante de mí y lo que me pasa a mí misma, pero sobre todo me parece una propuesta muy interesante.
El aventurado y complicado mundo del poliamor… Yo estoy empezando, así que me va a encantar leerte, porque me pierdo un poco conmigo misma en esto. Sin embargo persevero…así que gracias por el blog, estaré muy atenta.
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