Vale, abrimos la pareja. Empieza el apasionante mundo de conocer gente, mucho whats up para arriba y para abajo, y por fin llega el día de quedar y conocerse en persona. Genial, conectamos ¿y ahora qué?¿una cita? ejem , ejem, como cateta de pueblo que lleva teniendo sexo durante 12 años con la misma persona, aperece la primera preocupación. Mi pareja me pregunta:»¿en la cita vas a tener SEXO?». Tras pasar por todos los colores desde el rojo al morado digo un tímido «pues no sé». Me pregunta:»¿habéis hablado de tener SEXO?». «Bueno hemos tonteado por whats up un poco y parece que sí, que hay ganas pero no sé, igual en la primera cita no, porque no sé,….ainnnn que NO SÉ.»
Enfrentarme al tema del SEXO con personas diferentes después de tener sexo con solo una se me hizo bola.
Primer problema: la PROTECCIÓN, como evitar embarazos y ETS. Con mi pareja está el tema resuelto porque tiene la vasectomía y hasta ahora no teníamos SEXO con otras personas, pero cuando abrimos la pareja el tema de la protección tuvimos que abordarlo muy en serio y tener unos acuerdos muy claros. A partir de ahora las cajas de condones se compran a pares en el súper. Yo llevo condones en la cartera, en el bolso y donde haga falta. El acuerdo es SEXO SEGURO. Evidentemente me pasó que la primera vez que tuve sexo con una persona yo no llevaba condones y supuse que tenía EL, eso es cosa de ellos pensé. Pues no, y con razón, esto me estalló en la cara porque uno me dijo que también era responsabilidad mía y tuvimos que bajar a comprar condones de urgencia y se nos cortó el rollo.
Con el tema del condón me he encontrado mucha resistencia, lo cual me dejó perpleja, sobre todo en hombres solteros monógamos. El «no me gusta», «no siento igual», «es que hace tiempo que no lo uso y no sé si me empalmaré»….de estas he oído unas cuantas y cuantas erecciones perdidas. Añadir que yo estaba desentrenada y tuve que aprender a poner un condón y aquí el humor siempre ayuda.
Segundo problema: la CONFIANZA. Podría contaros como me ha ido con «el primer polvo» de cada relación que he tenido pero se puede resumir en MAL. Y creo que han fallado dos cosas: la confianza en la persona, confiar y crear un clima para decir y preguntar aquello que te gusta o te apetece hacer, y dos la confianza en mí misma. Aquí enlazo con otro tema importante: el AUTOCONOCIMIENTO. Claro que soy asidua a la masturbación pero sí que es verdad que al empezar en esto me hice la pregunta de ¿qué me gusta hacer a mí en la cama? y de repente no tenía respuestas claras. Por un lado se abrió un abismo ante mis pies. ¿Cómo iba a decirle a un «extraño» lo que tenía que hacer para satisfacerme si ni yo misma lo sabía? Parejo a este pensamiento vino otro: MARAVILLA!!!, como no sé todo lo que me gusta puedo experimentar y probar con personas diferentes que me pueden aportar sus propias experiencias y así ampliar mi marco del placer.
Me agarré a esta idea y fuera cortes. Me costó un mundo vencer la vergüenza y por el camino me puse un losa con la que no contaba.
Me boicoteé durante meses, mi mente no me dejaba tener orgasmos con ninguna persona que no fuese mi pareja, es más dejé de tener orgasmos con la masturbación y era frustrante. Iba a los encuentros con mis parejas con miedo y vi preocupación en los ojos de ellos muchas veces por no poder satisfacerme. Me excitaba, me excitaba mucho pero en el momento de relajarme y disfrutar mi mente hacia plof.
¿Cómo lo solucioné? Dejando de pensar en que tenía que correrme obligatoriamente y explicando mi problema a mis parejas, y fue «D» el que me ayudó a desbloquear la mente, simplemente mientras estábamos teniendo SEXO me dijo: tranquila, estoy aquí para ti, déjate llevar. No sé si fue el tono, el clima que creó de confianza o la caricia en la espalda para mostrarme cariño que hizo que todo explotase por fin y conseguí salir del pasillo de castigados. Además había empezado a tener parte activa y a ser responsable de buscar mi propio orgasmo, lo cual aligeraba la carga a mis parejas y me daba autonomía para buscar mi propio placer.
Ahora me siento segura, sexy, dispuesta al disfrute y con ganas de dar y recibir placer. El más beneficiado de esta situación ha sido mi pareja, pero todas me han aportado. Posturas nuevas que no había probado, sensaciones nuevas descubiertas, palabras poderosas y un nuevo mundo de caricias están ahora en mi repertorio y estoy deseando poder compartirlas.